Mientras el clima en Aysén en junio y julio obligó a capacitar totalmente vía online, en Magallanes se valora el ahorro económico, dadas las largas distancias, y el uso de herramientas digitales para llegar a todos los lugares de la extensa región.
En este Chile largo y angosto, donde los territorios están marcados por diversas costumbres y climas, las regiones más australes del mundo son quienes viven más cercanamente las inclemencias de su accidentada geografía. Largas distancias entre poblados, lluvia, nieve y una conectividad terrestre que fácilmente se rompe, son parte de su cotidiano vivir. Por todo esto, Prodemu debe trabajar incansablemente para mantener su oferta programática en las regiones de Aysén del General Carlos Ibáñez del Campos y la de Magallanes y la Antártica Chilena.
En estas dos regiones, Prodemu no abandona, generando formas de trabajo para enfrentar tanto las inclemencias del tiempo de marzo a septiembre como también las distancias y los trabajos de cuidados de las participantes de la Fundación. Para ello, han sido fundamentales las herramientas digitales y las conectividad que generan.
Es el caso de Aysén, una de las regiones con mayor extensión territorial del país, ya que abarca aproximadamente el 14% del territorio nacional con una densidad poblacional de apenas 0.95 habitantes por kilómetro cuadrado, según censo 2017. Ingrid Osorio, directora regional de Aysén, indica que “en la práctica, esto se traduce en que, como las localidades están muy distantes una de otras, la opción de talleres virtuales nos permite llegar con contenidos específicos de género a más grupos de mujeres”.
Comentó que a esto se suma que en los meses de junio y julio, las condiciones climáticas son muy adversas en la región, principalmente por las bajas temperaturas (-12 o -14 grados), lo que hace que los desplazamientos de una localidad a otra sean más riesgosos, y que las suspensiones de clases, cortes de agua por congelamiento de las cañerías de agua potable, se vuelvan el cotidiano en la vida de las mujeres, resguardándose al interior de sus casas.
Por su parte, Ingrid Álvarez, directora regional de Magallanes, señaló que “en la región se ha podido ejecutar gran parte de nuestros programas de manera virtual y las mujeres han optado por esta forma, ya que les ha permitido asistir, más allá de las distancias, el clima o el cuidado de hijas e hijos… Ellas valoran mucho lo aprendido respecto a tecnología durante la pandemia y, por tanto, utilizan estas herramientas digitales para ir expandiendo sus opciones y entre ellas está la de la capacitación. Además, el no tener que trasladarse les implica un ahorro económico”.
Asimismo, la directora de Magallanes cuenta que en los dos primeros cuatrimestres, cerca del 80% de los talleres se han realizado de manera virtual, mujeres y Gestoras de Formación y Capacitación de Prodemu llegan a un acuerdo y en su mayoría ha sido tener talleres online. En provincias como Magallanes y Tierra del Fuego se ha usado mucho porque se pueden sumar mujeres que viven en otras comunas.
“Para nosotras como Fundación, en estos territorios aislados, es una gran posibilidad llegar a otras mujeres de territorios lejanos, próximamente vamos a tener un gobierno en terreno en Puerto Edén en donde vamos a ofertar nuestros programas para ejecutarlos de manera virtual, pero también iremos, por primera vez, a fin de mes a Isla Dawson para darles a conocer nuestra oferta e integrar a las mujeres de ese territorio y sobre todo permitirles que avancen en el conocimiento de la tecnología”, contó.
